lunes, 14 de noviembre de 2011

¿APROBARÁ EL EXAMEN?



El siguiente relato ocurrió en un examen oral.
PROFESOR: De las siete preguntas de que consta el examen, ya te has equivocado en tres preguntas, y sólo nos queda una. Tu aprobado o suspenso depende completamente de si aciertas o no la próxima pregunta. ¿Te das cuenta?
ALUMNO: Sí. Me doy cuenta.
PROFESOR: El estar nervioso no te ayudará.
ALUMNO: Ya lo sé. Trataré de tranquilizarme.
PROFESOR: Y esta es la pregunta. Recuerda: todo depende de si contestas esto bien o mal.
ALUMNO: Sí, sí, ¡ya lo sé!
PROFESOR: La pregunta es ésta: ¿Aprobarás este examen?
ALUMNO: ¿Cómo voy a saberlo?
PROFESOR: Eso no es una respuesta. Debes darme una respuesta clara, sí o no. Si contestas bien, aprobarás; si no, suspenderás. ¡Así de simple!

La cuestión no le parecía nada simple al alumno. La verdad es que cuanto más pensaba en ello más confuso se sentía. Y de repente cayó en la cuenta de algo muy interesante. Si contestaba una cosa, el profesor tendría la posibilidad de aprobarle o suspenderle, como más le complaciera. Si contestaba lo otro, sería imposible que el profesor le aprobara o le suspendiera sin contradecir sus propias reglas. Como el alumno tenía más interés en no suspender que en aprobar, eligió la segunda alternativa, y contestó de una manera que confundió por completo al profesor. ¿Qué respuesta dio?





SOLUCIÓN:
Supongamos que contestara que sí. En este caso el profesor podría suspenderle o aprobarle, como prefiriese. Si le suspendía y el alumno preguntaba por qué, el profesor podría decir "Contestaste mal la última pregunta, después de todo dijiste que ibas a aprobar y no fue así, y como la última pregunta estaba mal, tienes que suspender". Pero el profesor podría igualmente aprobarle y decir "Dijiste que aprobarías, y como ha sido así, tenías razón, así que contestaste bien la última pregunta, y por eso apruebas". Desde luego los dos razonamientos son circulares, pero ninguno de los dos es peor que el otro.
En cambio, si el alumno contestara que no, el profesor no podría ni suspenderle ni aprobarle. Si le aprobaba, el alumno habría contestado mal y habría suspendido. Si le suspendía, el alumno habría contestado bien y habría aprobado. Así que el profesor no podía ni aprobarle ni suspenderle.
Como el alumno tenía más interés en no suspender que en aprobar, contestó "No" y fastidió al profesor

Tema Libre

EL COMERCIO DEL AMOR

El día 14 de febrero es San Valentín, el día de los enamorados, y según mandan los cánones, quien está enamorado o enamorada debe lucir una prenda roja para exponer "a pública subasta" sus sentimientos, o tener motivo de conversación. Pero San Valentín es, sobre todo, una fiesta más del consumismo, que se oficia con el ritual del regalo. Millones de frascos de colonia, cientos de pañuelos, corbatas, calcetines, bolsos, y demás aditamentos, serán los protagonistas de otras tantas frustraciones. Y es que, en realidad, la enamorada espera, en secreto por supuesto, recibir, no ya la medalla del amor (hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana), sino una auténtica joya, a ser posible de oro y diamantes, y el enamorado sueña con un reloj "Jolex" de oro y con diseño a la última moda. Pero claro, el presupuesto manda, el presupuesto y lo que se espera recibir a cambio de regalos tan generosos... . Ya no está de moda el dicho "contigo pan y cebolla", ahora, en todo caso, se llevan otros dichos del tipo "contigo, mi amor, sólo con condón". Por eso, y porque la cosa es más seria de lo que parece, (no en vano España está a la cabeza, dentro de la Unión Europea, del número de personas afectadas por el SIDA), es necesario tener en cuenta esta cuestión a la hora de trabajar con adultos los temas de consumo.

¿Por qué decimos amor, si queremos decir sexo?.

Dejando a un lado el puritanismo que nos invade cuando se habla de determinados temas, olvidando el fariseísmo que nos corroe (bueno, sobre todo a los demás) y mirando a nuestro alrededor, con ojos críticos y analíticos, descubriremos que el sexo no es ya un tema tabú en las manifestaciones externas de nuestra moderna sociedad de consumo, sino que, por el contrario, está hiperpresente en nuestro entorno cotidiano, es motivo publicitario, se vende en las telenovelas, en los quioscos, en las tiendas y está en la calle... De hecho, según algunos estudios actuales, debido al stress, a la aparición con fuerza de otros intereses (dinero, casa, coche...) y a la saturación de reclamos sexuales en el ambiente, estamos ante un elevado número de personas con problemas de inapetencia sexual. Según un estudio realizado entre las mujeres canadienses, un 40% manifiesta que para ellas es más placentero tomarse una barra de chocolate que hacer el amor.

Los supermercados del amor:

En Europa hace ya muchos años que aparecieron las conocidas tiendas dónde se vende de todo para la práctica del sexo (las sex shops), que hicieron más tarde su presencia en España. En estos momentos hay otro tipo de tiendas que, en esta línea y al amparo de las campañas institucionales de prevención de enfermedades venéreas o del SIDA, están lanzando sus productos. En Francia, por ejemplo, han visto la luz unas tiendas que venden exclusivamente preservativos que cumplen estrictamente con las normas de calidad y seguridad impuestas por la Administración. La mascota "MILLOR", se encarga de divulgar, en ropa deportiva, mensajes sobre el uso de condones de fácil comprensión para todos los públicos. En Cataluña, la Condonería es una tienda que ha traído a nuestro país esta nueva moda. Allí se pueden encontrar preservativos de todas las tallas: pequeña (P), mediana (M), grande (L) y muy grande (XL). Se venden condones comestibles, fosforescentes y con formas; los hay que están dentro de un bombón, pero ¡ojo!, con la seguridad.

El amor en el supermercado:

Todas las épocas, culturas y zonas geográficas, han acuñado a lo largo del tiempo señales y reclamos con significado claro de cortejo, erotismo o simplemente de llamadas de atención a quien se quiere tener como compañera o compañero sexual. El lenguaje sexual ha estado y sigue estando presente en la vida cotidiana de hombres y mujeres: tirar el pañuelo, colocarse de una forma determinada una flor concreta, mover el abanico, colocarse el anillo en un dedo o en otro, colocar un ramo o ir a rondar a la ventana de la amada... han sido señales muy claras en otros tiempos. Pero los tiempos cambian y cambian también los reclamos amorosos. En algunos bares de Alemania, colocarse de pie en la barra, significa claramente que se quiere ligar; también en nuestro país, hay bares donde se acude con este objetivo. que se quiere ligar; también en nuestro país, hay bares donde se acude con este objetivo. Otra cuestión aparte, que no deja de ser curiosa, es la utilización de los supermercados para emitir, en clave, mensajes amorosos. Una costumbre que ha nacido en el Reino Unido y que se está extendiendo por Europa (incluidas las grandes capitales españolas), es que las mujeres y hombres que quieren "ligar" colocan en sus carritos, como únicos ocupantes, una botella de vino y una naranja (símbolos inequívocos de lo que se pretende). Y ya que estamos en el supermercado, por qué no comprar algunos alimentos afrodisíacos. Dicen los expertos en estos menesteres, que el pastel de calabaza y lavanda obra milagros, así como el regaliz y los buñuelos. Para quienes tienen problemas de excitación, dicen, que lo mejor es comprar un melocotón, observarlo detenidamente, tocarlo, olerlo y saborearlo muy despacio, las consecuencias son explosivas... Eso debe pensar una conocida marca de licores, que coloca en los anuncios publicitarios un melocotón en la botella que tiene forma de "culo" de mujer.

Los aromas del amor:

El ser humano dispone de 60 millones de células olfativas, 30 millones de receptores olfativos sólo en las fosas nasales, que pueden detectar 10.000 aromas diferentes (el sentido olfativo en la mujer es 2.000 veces superior al del hombre). El olfato es muy necesario en la sexualidad. Como primates que somos, el aroma está intrínsecamente unido al instinto sexual. Antes de que los desodorantes y los aromatizantes camuflasen nuestro verdadero aroma, nos guiábamos por la fragancia natural al buscar pareja. Tenemos 3 millones de glándulas sudoríparas repartidas a lo largo de unos 2 metros cuadrados de superficie corporal. Cuarenta de estas glándulas segregan feromonas, que influyen poderosamente en el lenguaje oloroso del sexo. En las secreciones vaginales hay ácidos grasos idénticos a los que funcionan como reclamo sexual en otros primates. La utilización de colonias, desodorantes y demás "potingues" aromáticos, han enmascarado nuestro aroma, para sustituirlo, generalmente, por el aroma de las glándulas sexuales del macho cabrío del Tíbet, de las que se extrae el azmilcle, que es la materia prima animal más cara que se utiliza en perfumería.
En estos momentos, la industria del perfume está prestando mucha atención a las feromonas, sobre todo a la androsterona (boarmate).
El aroma es también cuestión cultural, geográfica y de costumbres. En Estados Unidos gustan más los olores azucarados, a vainilla, limón, canela... (presentes, curiosamente, en la Coca-Cola) En los países del sur de Europa, Africa y América Latina, tenemos predilección por las esencias muy especiadas (al igual que la comida). En el norte de Europa, se llevan los aromas frescos y campestres (lo que no es extraño si tenemos en cuenta sus exuberantes paisajes naturales). En Japón son muy apreciados los aromas de algas.

FINALIDAD del PROYECTO

Trabajar este tema dentro de la educación de adultos, lejos de ser una frivolidad, se convierte en algo esencial, que requiere una atención especial, trabajarlo disponiendo de informaciones fidedignas, alejadas de mitos-tabúes y ser tratado a través de actividades de investigación cercanas a la realidad. La publicidad, los perfumes, los preservativos, los regalos del día de San Valentín, son algunos aspectos que pueden formar parte de nuestro proyecto, que debe tener como finalidad fundamental dotar a los consumidores de conceptos claros acerca de estos temas, el empleo de procedimientos concretos para analizar los mensajes y los productos y de actitudes positivas hacia la información y educación en este campo y hacia el respeto a la libertad individual y a la conciencia colectiva.

OBJETIVOS DEL PROYECTO

  • Analizar el significado del día de San Valentín, sus connotaciones emotivas y sus consecuencias económicas.
  • Conocer los derechos y deberes de los consumidores ante la compra de aquellos productos, bienes y enseres que, normalmente, se utilizan como regalos en San Valentín.
  • Conocer algunos de los productos que se utilizan más frecuentemente en las relaciones sexuales (sobre todo, preservativos: masculinos y femeninos).
  • Ser capaz de analizar el etiquetado de estos productos, desde el punto de vista del cumplimiento de la legislación vigente, de la calidad y de la seguridad.
  • Ser conscientes de la influencia de la publicidad en la compra de determinados productos y de sus connotaciones sexuales.
  • Desmitificar el tema y eliminar tabúes que pueden resultar peligrosos para la salud y seguridad del consumidor.
  • Valorar positivamente las posibilidades propias en las relaciones afectivas y sexuales.
  • Conocer los mecanismos de información y reclamación.
ACTIVIDADES QUE SE PROPONEN
  • Estudiar la procedencia de la fiesta de San Valentín y los motivos que originaron que este día fuese dedicado a los enamorados.
  • Hacer un análisis histórico de la utilización de señales amatorias en el entorno más cercano y en otras culturas.
  • Realizar una investigación acerca de los principales productos que se regalan por San Valentín.
  • Realizar análisis comparativos de algunos de estos productos. Proponemos un taller de laboratorio de análisis de diferentes marcas de preservativos.
ANALISIS COMPARATIVO DE PRESERVATIVOS MASCULINOS
Los más seguros son los de látex (introducidos en el mercado en 1.932), los menos seguros son los de membrana natural. Normalmente vienen lubrificados. Es mejor no usar lubrificantes a base de aceites, vaselinas y otras grasas, porque éstas atacan al látex y pueden deteriorar un condón en 4 minutos, con el consiguiente riesgo. Para controlar su seguridad se hacen pruebas de fuga, porosidad, resistencia y deterioro. Si en un lote de 1.000 aparecen 4 defectuosos se retira toda la serie. En España hay unos 25 fabricantes e importadores que ponen en el mercado más de 100 marcas distintas. Para comparar unos preservativos con otros se pueden hacer las siguientes pruebas:
  • Echar 10 litros de agua en cada uno, colgarlos y esperar a ver lo que pasa.
  • Llenarlos de aire (con un inflador) hasta que resistan más de 40 litros.
  • Medir cuánto pueden estirarse (debe estirar al menos 1 metro).
  • Someterlos a calor con un secador y realizar después las pruebas anteriores.
  • Colocar pesos y probar así la tensión.
  • Realizar un test de conducción eléctrica.
  • Analizar el etiquetado, teniendo en cuenta que en él debe incluirse el registro de homologación, la fecha de caducidad (no más de 2 o 3 años, dependiendo del producto), las instrucciones de uso, etc.
No comprar nunca preservativos en ventas piratas o que no hayan pasado control de calidad. Utilizarlos de forma correcta.
Según James Baldwin "el dinero es exactamente como el sexo: si no lo tienes, no piensas en otra cosa, si lo tienes piensas en cualquier otra cosa" ¿Pasa esto también con el amor...? Feliz día de San Valentín