Nosotras sin duda, compratimos muchas veces esa "frustración" de esforzarse al máximo por algo que sabes que te cuesta muchísimo y que verdaderamente una gran parte de ti cree que no lo vas a sacar, como es el caso de las matemáticas.Podriamos reflejar casos de estos, en miles de ejemplos de personas que desde pequeños tienen el sueño de trabajar en una profesión concreta y que se tiren parte de su vida estudiando, sacrificando otras cosas, arriesgando, etc. y finalmente han tenido que trabajar en otra cosa quedandose en su interior esa espinita clavada de no haber podido lograr su sueño después de tanto sacrificio. Nosotras hemos optado por elegir esta pequeña historieta que al contrario del caso anterior , esta termina con un final menos amargo ya que, hablamos de un esfuerzo, que ha tardado en llegar su recompensa y aun asi no ha llegado del modo en que se esperaba, pero ha llegado, que es lo importante:
Paco desde que fue un pequeñajo decía que iba a ser astronauta. Pero por mucho que estudió y trabajó, y por muchas pruebas a las que se presentó, nunca fue elegido. Y así cumplió la edad máxima para presentarse a las pruebas de selección sin haber llegado a cumplir su sueño.
Muchos se apenaron por él, pensando en todo el tiempo y el esfuerzo que había desperdiciado, e incluso sentían lástima. Y a pesar de todo lo que le decían para que dejara su deseo abandonado, Paco siguió preparándose como si fuera a presentarse de nuevo a las pruebas al mes siguiente.
Así se fue haciendo mayor, y ya era todo un anciano, cuando recibió la noticia de que para unos experimentos médicos importantísimos hacía falta un astronauta muy mayor. En todo el mundo, sólo Paco, que ya caminaba apoyándoe en un bastón, tenía la preparación sufiente para ir en cohete. Así que cuando ya nadie lo esperaba, se encontró dando paseos espaciales para ayudar a la ciencia. Sus conocimientos y sabiduría durante aquellas misiones sirvieron para eliminar una de las peores enfermedades de las personas mayores, y Paco fue considerado un héroe.
Las fotos de aquel astronauta con garrota y pocos dientes dieron la vuelta al mundo, convertido en el mejor ejemplo de que el saber y la preparación nunca sobran, y de que el esfuerzo y la tenacidad siempre tienen recompensa, aunque no sea como pensábamos en un principio.
Paco desde que fue un pequeñajo decía que iba a ser astronauta. Pero por mucho que estudió y trabajó, y por muchas pruebas a las que se presentó, nunca fue elegido. Y así cumplió la edad máxima para presentarse a las pruebas de selección sin haber llegado a cumplir su sueño.
Muchos se apenaron por él, pensando en todo el tiempo y el esfuerzo que había desperdiciado, e incluso sentían lástima. Y a pesar de todo lo que le decían para que dejara su deseo abandonado, Paco siguió preparándose como si fuera a presentarse de nuevo a las pruebas al mes siguiente.
Así se fue haciendo mayor, y ya era todo un anciano, cuando recibió la noticia de que para unos experimentos médicos importantísimos hacía falta un astronauta muy mayor. En todo el mundo, sólo Paco, que ya caminaba apoyándoe en un bastón, tenía la preparación sufiente para ir en cohete. Así que cuando ya nadie lo esperaba, se encontró dando paseos espaciales para ayudar a la ciencia. Sus conocimientos y sabiduría durante aquellas misiones sirvieron para eliminar una de las peores enfermedades de las personas mayores, y Paco fue considerado un héroe.
Las fotos de aquel astronauta con garrota y pocos dientes dieron la vuelta al mundo, convertido en el mejor ejemplo de que el saber y la preparación nunca sobran, y de que el esfuerzo y la tenacidad siempre tienen recompensa, aunque no sea como pensábamos en un principio.
Por esto defendemos que aunque nuestros planes no se cumplan como pensamos, el estar preparados y ser constantes terminará haciendo surgir otras cosas iguales o mejores.
Información extraida de: http://cuentosparadormir.com/infantiles/cuento/un-viejete-en-la-luna
NOELIA Y BELÉN.
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